¿Cómo contribuye la digitalización a la rentabilidad de las explotaciones agrícolas?

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La agricultura del futuro

En 2050, la población mundial habrá crecido desde los 8.000 millones de personas de la actualidad hasta los 9.600 millones. Este hecho traerá consigo una consecuencia lógica: la demanda de alimento aumentará al mismo ritmo durante estos años.

Por ejemplo, la demanda de cereales, ya sea en su uso como alimento humano o como pienso para animales, alcanzará los 3.000 millones de toneladas en 2050, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Esto significa que la producción anual de cereales tendrá que crecer en casi 1.000 millones de toneladas (actualmente es de 2.200 millones) y la producción de carne en más de 200 millones de toneladas, para alcanzar 470 millones en 2050. El 72% de la producción cárnica tendrá como destino los países en desarrollo, que hoy en día consumen tan solo el 58%.

El desafío para el sector agroalimentario es, por tanto, de dimensiones considerables, sobre todo si tenemos en cuenta la limitación de la disponibilidad de recursos naturales como el agua o las tierras cultivables. Son estos los dos obstáculos que ha de enfrentar no ya la agricultura del futuro, sino la del ahora. La búsqueda de la rentabilidad, por parte de las explotaciones agrarias, está condicionada por su adaptación a este nuevo panorama.

El instrumento: la digitalización

Si hay un instrumento que puede contribuir de manera decisiva a mejorar la rentabilidad de las explotaciones agrícolas en un contexto de necesidad de mayor producción con menos recursos respetando, al mismo tiempo, el medio ambiente, es la digitalización.

Así lo considera el Business Innovation Head de Syngenta España, Fernando Plaza: “En Syngenta estamos convencidos de que el futuro de la agricultura en España y en el conjunto de Europa pasa por la adopción de nuevas tecnologías que permitan la implementación de los principios de sostenibilidad que marca la sociedad para la producción agrícola y ganadera. En nuestro día a día trabajando con los profesionales del campo, no hay nadie que no esté de acuerdo en querer hacer su explotación más sostenible a la vez que cuida el medio ambiente y aprovecha las ventajas de los avances tecnológicos para hacerla más rentable”.

“El problema”, añade, “no es tanto el qué, sino el cómo. Se habla mucho de las ventajas en un entorno de aceleración de la innovación en el que cada semana recibimos nuevas propuestas, herramientas de precisión, análisis y gestión de la información, nuevas conexiones entre dispositivos, y muchas más tecnologías que suponen una oferta tan amplia para los profesionales que tienen una carga de trabajo ya muy elevada que hace que sea muy difícil poder asimilarlas todas en tan poco tiempo. A ello hay que sumar las exigencias desde el ámbito legislativo y regulatorio, que en ocasiones no están tan alineadas con el día a día del campo y suponen un reto adicional para la adaptación del sector”.  

Ámbitos de mejora

La digitalización puede jugar un papel central en la mejora de la rentabilidad de una explotación agrícola de diferentes maneras. La más evidente es a través de la optimización de la gestión de cultivos gracias a tecnologías que permiten a los agricultores recopilar y analizar datos en tiempo real sobre sus cultivos para que puedan tomar decisiones más informadas al respecto, ya sean sobre el riego, la fertilización, el momento de siembra, etc. Ello redundará en una mejora de la calidad y el rendimiento de los cultivos.

También en una reducción de los costes, al optimizar el uso de recursos como agua, energía y fertilizantes. La automatización de procesos como el riego y la cosecha puede aumentar la eficiencia y reducir la necesidad de mano de obra.

La digitalización facilita, asimismo, el seguimiento y la gestión de la cadena de suministro, ayudando a minimizar pérdidas y desperdicios, así como a garantizar que los productos lleguen al consumidor en las mejores condiciones.

Asimismo, supone un avance en materia de investigación y desarrollo al proporcionar herramientas para el monitoreo de ensayos y la recopilación de datos a gran escala, tareas que pueden ayudar a los agricultores a adoptar prácticas más avanzadas y adaptarse a las condiciones cambiantes.

En definitiva, la digitalización mejora la eficiencia, la productividad y la rentabilidad de las explotaciones gracias a toda la información y las herramientas para tomar decisiones informadas que ofrece a los agricultores para que puedan optimizar la gestión de sus granjas en prácticamente todos los aspectos. Sin embargo, es importante recordar, como señalaba Plaza, que el éxito en la adopción de tecnologías digitales en la agricultura requiere inversión y formación, aspectos no menores en un contexto como el actual.

La propuesta de Syngenta

“Desde Syngenta, decidimos centrarnos en la necesidad que consideramos más importante a día de hoy: acelerar la adaptación de la tecnología a los profesionales del sector, y no al revés”, indica el Business Innovation Head de la compañía.

Agricultura digital

Aquí entra en juego Cropwise. “Está dirigida a los técnicos de la distribución que ya trabajan con Syngenta, entendiendo de primera mano cuáles son los pasos del manejo de estas nuevas herramientas que pueden suponer un mayor avance para ellos, un mayor valor y retorno del esfuerzo en el menor tiempo posible”. “De esta forma”, añade, “ponemos el foco en la búsqueda de eficiencias para que el servicio de estos profesionales sea cada vez más ágil y les permita seguir adaptándose a los cambios”.

Fernando Plaza habla sobre las especificidades de la primera versión de Cropwise, ya disponible para los agricultores españoles: “Incluye un cuaderno de campo de fácil manejo, con la funcionalidad de seguimiento en campo Cropwise Scouting, que permite trabajar sin conexión a internet y recoger de forma sencilla la información más relevante a pie de parcela”.

“Además”, continúa, “nuestros clientes Cropwise ya han podido ver en funcionamiento la última tecnología para el escaneo y análisis de suelo, InterraScan”. Esta es una tecnología exclusiva de Syngenta que permite extraer hasta 27 capas de información del suelo en una sola pasada. “Con InterraScan abrimos una de las principales ventajas de Cropwise, el acceso a la tecnología más avanzada de la mano de los profesionales de Syngenta y sus principales colaboradores”, concluye.