Biodiversidad y agricultura, un binomio necesario para aumentar la productividad agrícola
La Asamblea General de la ONU proclamó en el año 2000 que el 22 de mayo sería desde entonces el Día Internacional de la Diversidad Biológica, con el propósito de aumentar la comprensión y el conocimiento de los aspectos relacionados con este tema.
Este día sirve para destacar la importancia que tiene la biodiversidad en los sectores agrícolas y para la promoción de la agricultura sostenible, reflejando la estrecha dependencia que los sistemas de producción de alimentos, la nutrición, y la salud tienen con la biodiversidad, siendo esta vital para satisfacer las necesidades alimentarias de una población mundial en crecimiento.
La Diversidad Biológica es una cuestión de interés común para la humanidad y cierto es que el número de especies en el mundo disminuye a gran velocidad, poniendo en peligro el mantenimiento de los ecosistemas y la agricultura, haciendo desaparecer especies vegetales en las explotaciones agrícolas y el aumento de razas ganaderas en peligro de extinción, haciendo peligrar los sistemas de producción de alimentos y la pérdida de dietas diversificadas, lo que está directamente relacionada con enfermedades o factores de riesgo para la nutrición y la salud de las personas.
Para asegurar la seguridad alimenticia, la nutrición adecuada y el sustento estable, tanto ahora como en el futuro, se debe aumentar la producción alimenticia al mismo tiempo que se adopta una agricultura sostenible y eficiente, un consumo sostenible y la planificación a nivel del paisaje para la preservación de la biodiversidad ya que esta es esencial para el futuro de la agricultura y de la humanidad.
La pérdida de biodiversidad se produce debido a la sobreexplotación de los suelos, la pérdida de hábitats, la contaminación del medio ambiente, la introducción de especies exóticas invasoras, el crecimiento demográfico y por supuesto debido al cambio climático.
La extinción de especies tiene efectos negativos en los ecosistemas, pudiendo perderse eslabones de la cadena alimenticia. Comenzando por la base de la vida de las plantas que se encuentra en el suelo, haciendo peligrar la supervivencia de microorganismos y hongos, fundamentales para la transformación de nutrientes en el suelo y pasárselos a las plantas, lo que no sería posible y suponiendo un gran problema en los cultivos.
Este desequilibrio puede terminar con la aparición de plagas y con ello la destrucción de áreas vegetales muy extensas, produciéndose el aumento de las zonas desertificadas y otra serie de circunstancias directamente relacionadas con la degradación de los suelos, como la pérdida de fertilidad y la erosión. Por esto es tan importante la biodiversidad del suelo, porque si se pierde al no gestionar adecuadamente el uso del suelo, los problemas que conlleva repercuten en el resto de la cadena.
Un buen ejemplo para la contribución y protección de la biodiversidad es el impulso de poblaciones de insectos polinizadores en el sector agrario que tan beneficiosos son para mantener y mejorar la biodiversidad y los ecosistemas de los que depende la agricultura.
Mediante la implantación de fuentes de alimentos para los polinizadores, se favorece entre otras cosas: la mejora de los rendimientos de cultivo gracias a una mejor polinización y la protección del agua y el suelo.
A modo de resumen, podemos decir que la pérdida de biodiversidad desencadena una serie de sucesos todos ellos relacionados entre sí que afectan de manera grave y directa a la agricultura y al desarrollo de esta actividad lo que repercute en la salud de las personas y el medio ambiente.
