La poda del olivo, un arte que maximiza el rendimiento del olivar
La poda es un concepto muy importante a tener en cuenta si quieres tener una producción acorde a tu plantación y con el máximo rendimiento. El objetivo de esta mecánica reside en obtener frutos de calidad y una cosecha lo más productiva posible, con mínimos costes y rentabilidad desde el origen para el agricultor. Puedes tener una gran producción, pero si la poda está mal realizada, los frutos puede que no sean de la mejor calidad.
Lejos de ser una práctica sencilla, la poda requiere de algunos conceptos muy importantes dependiendo del tipo de árbol que se vaya a podar.
En el caso de la poda del olivo se han de tener en cuenta algunos conceptos como:
- El periodo de poda recomendable
- Etapa fenológica del árbol
- Edad
- Tipos de poda
Todos ellos relacionados entre sí.
Antes de realizar cualquier poda o intervención al olivo es necesario que las herramientas estén correctamente desinfectadas, asegurándote de que no se traspase ninguna enfermedad de un ejemplar a otro.
A partir del primer año y durante sus primeros años de vida, al olivo se le realiza una poda de formación con el objetivo de darle forma para que su cosecha sea lo más cómoda posible y su producción la más alta recomendable. Es muy importante realizar esta poda en una época del año en la que las heladas no sean frecuentes, ya que el árbol se queda desprotegido ante las inclemencias del tiempo.
Cuando el olivo está en una etapa joven-adulta se procede a una poda de producción, una poda más centrada en aumentar la cantidad de radiación solar captada por la copa. Limpiar, aclarear y controlar la producción cortando las ramas poco productivas para dar paso a ramas nuevas.
Es decir, necesitamos propiciarle las mejores condiciones para que la cosecha sea de la mejor calidad posible y poder alargar su periodo productivo.
Por lo que podemos decir que, la poda de producción se hace para conseguir un equilibrio de las ramas que componen la copa, una buena relación hoja-madera, permitiendo la entrada de la iluminación necesaria para un correcto desarrollo.
Si notamos que las ramas de nuestro olivo están envejecidas o ya no dan la misma producción que antes es que ha llegado el momento de realizar una poda de regeneración o rejuvenecimiento.
Brotando las yemas o chupones localizados en las ramas internas del árbol, de los que hemos hablado anteriormente, se pueden dar ramas nuevas, lo que requiere un previo aclareo de las ramas más superficiales de la copa para dejar entrar la luz a las yemas y chupones más internos.
¿Quieres ver como podar tu olivar a través de unos vídeos? Te dejamos estos del IFAPA.
A final del periodo de verano podemos observar que a nuestro olivo le han salido ramas a pie de árbol. A estas ramas se le llaman varetas. Tienen una función fundamental en la época de verano.
Anteriormente hemos comentado que la luz directa del sol en las ramas no era lo más recomendable porque envejecía más rápido la madera del árbol, así pues, estas ramas protegen durante el verano al árbol de los rayos que podrían perjudicarlo.
Pero al igual que lo protegen en verano, cuando este acaba, es recomendable quitarlas, a finales de agosto y durante todo el mes de septiembre, ya que la mayoría de la savia sería redirigida a estas ramas dejando las ramas principales sin esa cantidad extra de savia necesaria para aguantar el duro invierno. A este tipo de poda se le llama, desvaretado o poda en verde.
El método químico es más barato y no se requiere tanta mano de obra, incluso en ocasiones afecta positivamente al crecimiento vegetativo y a la producción debido a una reducción de la competencia de asimilados.
Una mala poda puede generarte un gran problema.
- Una mala ventilación puede provocar problemas de hongos como el Repilo
- No cubrir bien las cicatrices que deja la poda puede llegar a generar Tuberculosis, generando agallas o tumores sobre ramas jóvenes
Advertimos que no era una tarea sencilla, pero, el resultado merece la pena ¿no crees?
Deja una respuesta