Principales enfermedades en tomate

Cultivos hortícolas
Enfermedades en el cultivo del tomate

El tomate es uno de los cultivos más representativos que se producen en invernadero en el sureste de España dado que es un fruto muy demandado y consumido debido a su sabor y a sus cualidades alimentarias. Siendo un cultivo tan demandado es necesario protegerlo de las enfermedades, cuyo desarrollo y proliferación es favorecido por las temperaturas cálidas con una humedad relativa alta.

El tomate es la hortaliza más cultivada en el mundo por su versatilidad culinaria y cualidades alimenticias. Gracias a las nuevas variedades y a los invernaderos es posible cultivarlo durante todo el año. 

La combinación de elevada humedad y temperaturas cálidas existente dentro de los invernaderos, favorecen la proliferación de un importante número de enfermedades.

Las características de los invernaderos pasivos de Almería son el ambiente perfecto para el desarrollo de enfermedades durante el otoño e invierno. Disponen de escasos recursos para el control del clima en su interior y el intercambio de aire con el exterior es restringido. Por esta razón, el agua que transpiran las plantas y la que se evapora por el suelo tienden a acumularse en el platico de la cubierta, produciéndose un continuo goteo de agua sobre los cultivos. Con estas condiciones, los cultivos se desarrollan de manera casi óptima durante estos meses en el interior del invernadero, pero también son condiciones ideales para el desarrollo de enfermedades, gracias al agua libre que se deposita en la superficie de las plantas.

Hoy nos vamos a centrar en algunas de las enfermedades más comunes, ya que el inicio de una protección de cultivos eficaz es conocer a tu enemigo y poder identificarlo en los primeros estados de desarrollo. 

Al tomate le afectan dos tipos de oídios: Oídio (Oidium neolycopersici) y Oídiopsis (Leveillula táurica). Las condiciones óptimas para su desarrollo son una humedad relativa del 50 al 70% y una temperatura de 20 a 25ºC.

Oídio (Oidium neolycopersici). Polvillo blanco en el haz, muy parecido a oídio en las cucurbitáceas.

Oídio

Oídiopsis (Leveillula táurica). Humedad relativa entre 50 a 70% y temperarturas entre 20 a 25º C. Manchas amarillas en el haz cubiertas de un ligero polvillo blanco en el envés.

Oídiopsis

Alternaria (Alternaria Solani). Su desarrollo se ve favorecido con temperaturas cálidas de 18 a 25°C y alta humedad. Pequeñas manchas constituidas por anillos concentricos de color pardo, rodeadas de halo amarillento.

Alternaria en tomate

Cladosporiosis (Fulvia Fulva). Condiciones de humedad superiores a 80% y temperaturas entre 20 a 25º C. Manchas amarillo pálido en el haz con fructificaciones de color grisáceo en el envés.

Fulvia fulva

Botritis, podredumbre gris o moho gris (Botrytis cinerea). Condiciones de humedad relativa alta 95%con amplio rango de temperaturas que pueden ir entre 0 y 40º C, optimas entre 17 a 23º C. Grandes manchas de color beige, húmedas y recubiertas de un fieltro gris.

Botritis

Mildiu (Phytophthora infestans), La propagación del hongo aparece en condiciones de humedad alta (mayor de un 90%) y temperaturas entre 10 a 25º C. Grandes manchas de aspecto oleoso y color pardo de algunas nerviaciones.

Mildiu

Estemfiliosis (Stemphylium S. lycopersici). Favorecida por tiempo cálido y humedo. Punteado de pequeñas manchas angulares y pardas.

Estemfiliosis

¿Cómo podemos prevenir y/o tratar estas enfermedades?

Como hemos visto, son muchas enfermedades las que pueden afectar al cultivo del tomate. Todas ellas pueden intentar evitarse mediante medidas preventivas como el manejo adecuado de la ventilación, evitando la excesiva humedad en el cultivo, eliminando las plantas y frutos afectados y las malas hierbas, realizando una detección precoz de los focos y tratando las estructuras y el suelo antes de realizar una nueva plantación en invernaderos con antecedentes de plagas. 

A parte de las medidas culturales que realicemos, si las condiciones son favorables para el desarrollo de las enfermedades hay que iniciar las aplicaciones con fungicidas de forma preventiva, de este modo, mejoramos la eficacia y reducimos el número de aplicaciones. 

Dentro de las diferentes soluciones que encontramos en el mercado para el control de este tipo de enfermedades tenemos que elegir aquellas que sean de amplio espectro (controlan varias enfermedades) y con acción tanto preventiva como curativa. 

Ortiva Top® (Azoxistrobin 20% + Difenoconazol 12,5% SC) se trata de un fungicida mezcla de dos modos de acción diferentes de elevada eficacia. Une la extraordinaria acción preventiva de Azoxistrobin inhibiendo la germinación de las esporas, a la acción curativa y erradicante del Difenoconzol. 

Ortiva Top® tiene registro en el cultivo del tomate en invernadero frente a Oídio, Alternaria, Cladosporium (Fulvia fulva) y Mildiu, además también controla enfermedades como Estenfilium.

Por todo esto, Ortiva Top® es ideal para cultivos en periodo de recolección y con riesgo de incidencia de enfermedades, ya que nos permite realizar un buen control de éstas con un número limitado de materias activas.