El repilo plomizo

Cultivos leñosos
El mal del plomo, repilo plomizo


El “mal del plomo”

Así es como se denominó en Italia a una de las principales enfermedades que afectan al cultivo del olivar.

Se trata de un hongo, que fue identificado por Saccardo en 1925, en Sanlúcar la Mayor, es reconocido como en­fermedad importante en California (1941), Italia (1952), Portugal (1963), y en otros países oliva­reros. En España causó graves daños en 1968, locali­zándose en numerosos pueblos de Sevilla, Cór­doba, Málaga y Jaén.

La enfermedad afecta principalmente a las hojas, aunque también se conoce ataques al fruto. Las hojas inicialmente atacadas no se distinguen de las sanas, a no ser por un examen detenido, observándose una coloración normal en el haz, y una tonalidad cenicienta en el envés.

Es una enfermedad complicada de detectar ya que sus síntomas sólo son visibles en un período ya muy avanzado de la infección, apreciándose en el envés unas manchas difuminadas, irregu­lares en forma y tamaño, situadas en cualquier posición, y que tienen como única característica el color plomizo, por lo que los olivareros de Sevilla le llaman "repilo plomizo" o "repilo aplomado".

Las hojas caídas prematuramente a causa de la enfermedad adquieren por el haz un color como de cuero, y el envés se presenta gris, destacando con intensidad más oscura las áreas correspon­dientes a la presencia de las fructificaciones del hongo.
 

El repilo plomizo o mal del plomo


En casos de fuertes infecciones, la caída prema­tura de las hojas puede producir una fuerte depresión del árbol. Frecuentemente se presenta unido al repilo (Cicloconium o.). La parte verde del olivo se ve diezmada, y la hoja cae antes de haber completado su maduración. El fruto ma­dura mal.

El otoño es la época preferida por el hongo para su multiplicación. Teniendo en cuenta que la hoja del olivo dura 3-4 primaveras, se aprecia que las hojas más atacadas por la nueva infección son la edad media-vieja. Con frecuencia, las hojas atacadas en otoño se caen ya en la primavera siguiente.

En condiciones de campo, se sabe poco respecto a la infección. El período de infección debe ser muy amplio, ya que la supervivencia del inóculo es considerable, debido a su capacidad de resis­tencia. En laboratorio, el período de incubación dura unos 20 días.

El hongo esporula entre los 12° y 28°C. El micelio se expande por la superficie foliar y entra por los estomas a través de heridas. Los esclerocios se desarrollan en zonas con inviernos severos.
 

Como controlarla

Para los cultivares de olivo susceptibles, se recomiendan dos tratamientos fungicidas, realizándose en coincidencia con los períodos de infección más importantes, a finales de octubre para proteger las hojas durante las primeras fases de la epidemia y otro en febrero/marzo que actuaría sobre las fases finales de la misma. En estos tratamientos primaverales los productos cúpricos se pueden mezclar con fungicidas sistémicos o penetrantes para aumentar el efecto curativo del tratamiento.