Cómo prevenir la escorrentía y la erosión en el olivar

Cultivos leñosos
La erosión en el olivar


Dos terceras partes del olivar se realiza en secano, y la mayor parte se encuentra en pendientes superiores al 10%. Estas zonas con fuertes pendientes, hacen que se produzcan escorrentías y erosión con mayor facilidad, con el consiguiente riesgo de arrastre de materias, que se pueden depositar en aguas superficiales provocando contaminación en las mismas.
 

Contaminación de aguas por escorrentía

El mayor riesgo de contaminación de cauces de aguas superficiales por fuentes difusas se produce por la erosión y escorrentía del suelo, principalmente cuando, después de la aplicación de productos necesarios para el correcto desarrollo del olivar, tienen lugar eventos de precipitación y el suelo no tiene las condiciones necesarias para infiltrar y retener el agua.

La escorrentía puede producirse por dos motivos principalmente:

  • La intensidad de las precipitaciones supera la capacidad de infiltración del suelo.
  • El suelo está saturado y la capacidad de infiltración del mismo disminuye.


En ambos casos, el agua que no es retenida por el suelo comienza a desplazarse formando flujos de escorrentía, que tienden a concentrarse en las vaguadas de las laderas. Estas corrientes de agua, son capaces de disolver las partículas potencialmente contaminantes que se encuentran en el suelo. Asimismo, aquellas materias activas que no son disueltas, pero se encuentran adheridas a las partículas de suelo, son arrastradas a causa de la erosión producida por el aumento de energía del agua de escorrentía.

Son varios los factores que influyen en los fenómenos de escorrentía y erosión y que, a la postre, favorecen que se produzca un incremento del riesgo de contaminación de aguas por la presencia de los productos contaminantes en las aguas superficiales: Condiciones climáticas, tipo y longitud de la pendiente, características del suelo y manejo del cultivo, etc. El manejo del cultivo en relación al suelo es básico para poder minimizar los efectos negativos que puedan ocurrir.

Durante años no se le ha dado la importancia necesaria al conocimiento del suelo, es por tanto que se hace necesario tener herramientas que nos permitan de manera sencilla una evaluación de las características del suelo y su relación con el agua de lluvia o riego.

El proyecto TOPPS (Train Operators to Promote Best Practices and Sustainability), lleva años trabajando a través de la formación de técnicos y agricultores en dar a conocer las características de un suelo y poner en relevancia la labor del mismo como parte esencial del control de la erosión y la escorrentía. Asimismo, poder dar herramientas necesarias a los agricultores para que adopten las medidas más apropiadas a sus condiciones en base a las observaciones realizadas.
 
 

TOPPS Water Protection
El proyecto TOPPS (Train Operators to Promote Best Practices and Sustainability)


Buenas prácticas agrícolas


La aplicación de unas buenas prácticas agrícolas puede reducir de una manera muy eficiente los riesgos de erosión y escorrentía en el olivar. El objetivo es proporcionar un equilibrio de las propiedades del suelo a través de un adecuado manejo del mismo y un incremento de la infiltración de agua mediante el mantenimiento de una cobertura suficiente de la superficie del suelo, con el fin de aumentar la cantidad de materia orgánica y reducir la posible erosión producida por el impacto de las gotas de lluvia.

Existen múltiples medidas a adoptar para conseguir un control de la erosión y la escorrentía y la posible transferencia de partículas no deseadas a las aguas.

Tabla1. Buenas prácticas para evitar la contaminación de aguas en olivar.
 

 


 

ACCIONES


 


 

Prevenir la compactación


 


 

No circular con maquinaria en suelos húmedos.


 


 

Prevenir la formación de compactación utilizando la maquinaria adecuada a las necesidades del cultivo.


 


 

Utilizar cubiertas vegetales con raíces pivotantes.


 


 

Utilizar neumáticos de baja presión.


 


 

Controlar el tránsito de maquinaria


 


 

Realizar siempre el tránsito en la misma rodada en olivar tradicional.


 


 

Implantar una cubierta vegetal en las huellas.


 


 

Establecer cubiertas vegetales en cultivos leñosos


 


 

Mantener una cubierta vegetal viva entre las hileras de árboles.


 


 

Cubrir el suelo con restos vegetales si la implantación de cubiertas vivas no es posible.


 


 

Establecer bandas de seguridad eficientes


 


 

Implementación de márgenes multifuncionales en las lindes.


 


 

Implementación de márgenes multifuncionales en las vaguadas.


 


 

Implementación de márgenes multifuncionales en las riberas de los cursos de agua.


 


 

Manejar correctamente las márgenes multifuncionales


 


 

Minimizar el tráfico de maquinaria a través de las mismas.


 


 

No realizar tratamientos fitosanitarios ni fertilizar.


 


 

Mantener la vegetación por encima de los 15 cm.


 


 

 


 

Como conclusión, debemos tener en cuenta que la aplicación de unas buenas prácticas agrícolas en el cultivo del olivo, especialmente las enfocadas en técnicas de manejo del suelo e implantación de márgenes multifuncionales, inciden directamente sobre el control de la calidad de las aguas, al reducir la erosión, disminuyendo con ello, el volumen de sedimentos disueltos en el agua de escorrentía. Un adecuado conocimiento de las características de los suelos, combinado con una utilización eficiente de las herramientas disponibles supone un control adecuado y responsable de la utilización de los productos fitosanitarios. El establecimiento de estas técnicas, supondrá, por tanto, una mejora de la calidad de las aguas y un avance hacia la sostenibilidad de la agricultura.

Más información en: http://www.topps-life.org/, http://www.proyectotopps.es/