Cómo podemos prevenir y controlar la esclerotinia en lechuga
La esclerotinia (Sclerotinia sclerotiorum, Sclerotinia minor) es una de las enfermedades más comunes en la lechuga, que provoca perdidas cuantiosas en el sureste peninsular. Por tanto, es necesario saber como detectar, prevenir y, si fuese necesario, técnicas para el control de esta enfermedad. Hoy hablamos de esclerotinia en lechuga.
La lechuga es una de las hortalizas a las que se dedica mayor extensión de cultivo y de las de mayor peso productivo en nuestro país. En 2018, la superficie total alcanzaba las 33.674 hectáreas, casi en su totalidad de regadío al aire libre, por 835 de regadío protegido, mientras que las cifras de rendimiento llegaban a los 29.118 kg/ha en regadío protegido, y 27.679 kg/ha en regadío al aire libre. La producción total de lechuga el pasado año fue de 934.670 toneladas, la mayor de entre las hortalizas de hoja o tallo, según el avance de datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
Su relevancia hace necesario, por tanto, extremar las medidas de prevención de enfermedades de este cultivo. La esclerotinia o podredumbre blanca, originada por el hongos Sclerotinia sclerotiorum o Sclerotinia minor, es una de las más importantes, dadas las cuantiosas pérdidas que puede llegar a causar y la dificultad que radica en su control.
La esclerotinia es una afección eminentemente de suelo que puede manifestarse en cualquiera de las fases vegetativas de la lechuga. Existen varios factores, tanto climáticos como de manejo, que facilitan el ataque del hongo, como el suelo excesivamente húmedo y frío, las variaciones bruscas de temperatura, escasa aireación o las heridas en el tejido de la planta. En concreto, la humedad óptima para su aparición ronda el 95% y la temperatura entre 17ºC y 23ºC.
Los daños causados son fácilmente visibles. En su primera fase, la esclerotinia empieza a desarrollarse en los tejidos de la planta cercanos al suelo, ya sea aquella joven o adulta. Sus ataques son más violentos a partir del inicio del acogollado debido a la mayor humedad presente en el suelo.
Cuando la lechuga ya ha sufrido la infección, las hojas se marchitan, emblandecen y se descomponen. En el tallo se forma un micelio algodonoso que sube por la planta.
Prácticas culturales recomendadas
Entre las medidas preventivas y culturales a tener en cuenta, Syngenta recomienda establecer marcos de plantación más espaciados en épocas de riesgo alto, trasplantar en caballón para mejorar la aireación y empezar con tratamientos preventivos desde el semillero hasta el final de ciclo en parcelas propensas a la enfermedad.
Y a partir de ahora… Switch® One
Syngenta pone a disposición de las y los profesionales del sector hortícola Switch® One, un fungicida a base de 50% de Fludioxonil WG para el control de podredumbres como esclerotinia y botritis en hortícolas.
El Fludioxonil pertenece a la clase química de los fenilpirroles, compuestos de síntesis derivados del Pirrolnitrin, agente anti-fúngico de origen natural segregado por algunas bacterias del género Pseudomonas. Actúa principalmente por contacto.
VOLUMEN DE AGUA: 300-1.000 l/ha
APLICACIÓN: 2 aplicaciones en 10d.
PLAZO DE SEGURIDAD: 7 días
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