La importancia del correcto abonado del trigo de invierno
La producción española de cereales de invierno ha evolucionado de forma ascendente como consecuencia, principalmente, de la mejora de las técnicas de cultivo, sobre todo en lo que se refiere a un mayor empleo de fertilizantes. En Syngenta vamos a mostrarte hoy la importancia de un correcto abonado del trigo de invierno, con el objetivo de que saques el mayor rendimiento posible a tu cultivo.
Elementos minerales que influyen en el rendimiento de los cereales
Según la Guía Práctica de Fertilización Racional de los cultivos en España del Ministerio de Agricultura, son tres los elementos minerales principales que influyen en el rendimiento de los cereales de invierno. Vamos a conocerlos:
- Nitrógeno: es el elemento mineral de mayor influencia, aunque necesita también de la presencia de dosis suficientes de los otros dos (fósforo y potasio) para producir pleno efecto. De hecho, gracias al potasio la productividad del nitrógeno puede aumentar en más de un 50%.
- Fósforo: mejora la precocidad de los cereales y favorece el desarrollo radicular, teniendo un papel esencial en la formación de la espiga y del grano.
- Potasio: es especialmente importante en las funciones que aseguran el crecimiento de la planta.
La absorción de elementos minerales de los cereales es intensa a partir del ahijamiento y a lo largo del encañado, hasta la aparición de la espiga. Por lo general el nitrógeno y el potasio son absorbidos de una forma más precoz e intensa que el fósforo.
Tipos y aplicaciones de abonado del trigo de invierno
-Fertilización nitrogenada del trigo:
El establecimiento de la dosis de fertilizante y la fecha de aplicación es algo que se plantea cada año el agricultor, ya que depende de las necesidades del cultivo, de las reservas del suelo, del clima y de los residuos del cultivo anterior.
- Necesidades generales: las necesidades de nitrógeno del trigo son de 30 kilogramos por cada 1.000 kilogramos de grano producido de promedio, aunque estas pueden variar. La época de mayor necesidad de nitrógeno en el trigo se produce entre el ahijado y el encañado.
- Dosis global de fertilizante nitrogenado: varía entre 120 y 200 kg N/ha por lo general, aunque en zonas de baja producción con déficit hídrico las dosis son inferiores, de entre 80 y 100 kg N/ha.
- Aplicaciones: a veces es conveniente hacer un primer aporte de nitrógeno antes de la siembra, en especial en siembras tardías para incentivar el ahijamiento. La siguiente aplicación puede realizarse al principio del ahijado (en un estado de 3 a 5 hojas). Otra aplicación puede hacerse al final de la fase del ahijado e inicio del encañado, que debe ser la última en zonas con poca lluvia en primavera. En zonas de más pluviometría puede hacerse una última aplicación con la aparición de la última hoja.
-Fertilización fosfopotásica del trigo:
La cantidad de fertilizante fosfatado y potásico debe fijarse en función de las extracciones reales del cereal y del nivel de fertilidad del suelo, que determina el grado de respuesta al abonado.
- Extracción media del trigo: el trigo extrae como promedio 12 kilogramos de anhídridofosfórico y 28 kilogramos de óxido de potasio por cada 1.000 kilogramos de grano producido.
- Aplicación según el tipo de suelo: en suelos con reservas suficientes de fósforo y potasio solo será necesario reemplazar las cantidades extraídas por la cosecha anterior realizando un abonado de mantenimiento. Sin embargo, si el suelo es pobre en fósforo o potasio deberá hacerse un abonado de corrección para elevar las reservas.
-Aportación de otros nutrientes:
La carencia de elementos como el azufre se va extendiendo por amplias zonas geográficas, principalmente con pluviometrías altas, en el norte de España. En estos casos, conviene realizar un aporte de abono nitrogenado con azufre. Normalmente, las necesidades de azufre suelen estar valoradas en torno a un 15 % de las de nitrógeno.
Y hasta aquí nuestra explicación sobre la importancia de un correcto abonado del trigo de invierno: están implicados múltiples factores, pero de su adecuada aplicación dependerá en gran medida el óptimo rendimiento del cultivo.
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